miércoles, 16 de junio de 2010

Cocinas office

Ganar metros en una casa es, a día de hoy, una de las principales preocupaciones a la hora de crear un hogar. El alto precio de los inmuebles ha derivado en pisos cada vez más reducidos, lo que nos obliga a buscar soluciones imaginativas que palien esta escasez de espacio. Una de las más útiles es, sin duda, añadir un comedor a tu cocina.

Ya sea para albergar simplemente desayunos y comidas rápidas o para aquellas más amplias y numerosas, la posibilidad de ubicar una zona en la que comer en plena cocina supondrá numerosas ventajas para ti que no debes subestimar. Ahorrar tiempo, espacio y dinero, siempre es una buena idea.

Si eres de los que tiene que comer en cinco minutos para seguir un intenso ritmo de vida, o vives solo o en pareja y no necesitas mucho espacio, habilitar una pequeña zona para ello te facilitará mucho las cosas. Las opciones de las que dispones son variadas.



Diversas opciones
Sitúa una balda en un espacio que tengas libre y que esté bien iluminado, a poder ser frente a una ventana. Lograrás un rincón tranquilo en el que poder empezar el día con una buena taza de café o tomarte un descanso rápido al mediodía. Habrás sacado un comedor de apenas 30 cm. de espacio.

Otra opción consiste en prolongar tu encimera. La suma de la extensión y de la propia encimera te proporcionará un amplio terreno que será tan confortable como la mesa de un salón más grande. Podrás empezar a degustar tus propios platos nada más terminarlos, evitando incómodos e innecesarios paseos.

También es posible comprar pequeñas mesitas hechas expresamente para esta función. Tienen la ventaja de que su apariencia recuerda mucho más a un lugar específicamente creado para almorzar, ya que para algunos las soluciones anteriores pueden resultarles extrañas a la vista.

Mayores espacios
Si contamos con una zona algo más amplia podemos montar un auténtico comedor con mesa y sillas a su alrededor. En esta ocasión, podrán ser varios los comensales que se sienten en ellas, y no sólo para desayunos o almuerzos rápidos, sino para cualquier tipo de comida.

Definiendo el estilo
Si ya estás decidido a crear en tu casa una cocina-comedor es hora de que elijas cómo la vas a decorar. Las dos opciones son: continuar el estilo predominante del resto de tu hogar o bien cambiarlo para que la estancia resalte. Por ejemplo, en una vivienda clásica quedaría muy bien un toque moderno o minimalista.

El color blanco lidera indiscutiblemente en este tipo de rincones, la imagen de limpieza, practicidad y continuidad visual que confiere al lugar potencia las cualidades positivas. Sin embargo, podemos optar por tonos más arriesgados, siempre que los usemos con mesura.

Los materiales deberán ser especialmente resistentes y permitir ser limpiados con comodidad y asiduidad. Las encimeras de titanio con canto de metal o las encimeras de cuarzo son una opción perfectamente válida. Los materiales sintéticos acompañados de sillas provistas de patas altas conformarán un aspecto vanguardista y joven.

Fuente: estiloyhogar.com